España

Pueblo Gitano saldrá a la calle si el gobierno cangués no cambia al responsable del mercadillo

Sinaí Giménez asegura que discrimina a los vendedores de la etnia y favorece a otros que acaban de llegar a la feria

 Sinaí Giménez, presidente de Pueblo Gitano de Galicia

Cangas - 21/08/2009

El gobierno del Pueblo Gitano de Galicia que preside Sinaí Giménez amenaza de nuevo con movilizarse por las calles de Cangas si el tripartito no accede a sus pretensiones de cambiar el encargado del mercadillo, que lo es también de cobrar la tasa municipal. Sinaí Giménez afirma que la mencionada persona actúa de forma racista discriminando a los comerciantes de la etnia gitana frente a los payos. Asegura que hace ochos meses que también advirtieron a las autoridades locales de lo que estaba sucediendo y su actitud había cambiado, pero que "ahora vuelve a las andadas".

Asegura que en el mercadillo de Cangas se otorgan privilegios a gente nueve, que nunca antes había estado en él y que a los vendedores gitanos se les vigila estrechamente para que no cambien de lugar ni aprovechen un sólo centímetro más de lo permitido. También afirma que se toma la justicia por su mano y que lo hace a espaldas de lo que son sus jefes, en este caso el concejal Óliver Álvarez y la alcaldesa Clara Millán. Afirma que ya mantuvieron varias reuniones sobre este asunto con ellos y que la situación en estos momentos se hace insostenible, por lo que piden que el Concello nombre a otra persona más ecuánime como responsable del mercadillo de Cangas.

Otras movilizaciones

Los vendedores del Pueblo Gitano ya se echaron a la calle este invierno para protestar contra la ordenanza de mercadillo que pretendía sacar adelante la concejalía de Industria que dirige Óliver Álvarez. Tras las modificaciones realizadas, ellos se consideran los vencedores morales de esta pugna que mantuvieron con el Concello

Vista general del mercadillo del sábado en Ponteareas. D.P
 
Por otra parte, Sinai Giménez también quiso dejar claro que el mercadillo del sábado pasado en Moaña fue un fracaso como consecuencia del boicot de los comerciantes de etnia gitana, aunque no se quiera admitir por la otra parte. "Cuando estábamos nosotros, el mercadillo estaba a reventar, sin embargo el sábado pasado apenas iba gente".
 

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